Hola, el pasado miércoles, 30 de mayo, el Colegio de Periodistas de Costa Rica, celebró, el Día Nacional del Periodista, escogen una fecha muy simbólica. El 30 de mayo, fecha en que se conmemora, el ataque terrorista del año 1984, el la localidad de La Penca en territorio nicaragüense, para esa triste fecha se recuerda que murieron siete personas, una periodista, un camarógrafo de canal 6 de Costa Rica, cinco dirigentes de la Contra Revolución de Nicaragua, que por cierto hasta el día de hoy nadie ha identificado.
Lo interesante de la actividad del pasado miércoles, es que uno de los periodistas que resultó muy afectado en el atentado, es el periodista Nelson Murillo Murillo, una persona que conozco en lo personal y que me motiva grandemente por muchos aspectos. Quiero destacar que es muy valiente, de un pensamiento agudo, con mucha cultura y al mismo tiempo con gran formación profesional de muchos años, aunque es joven. Pero lo que más me impresiona de él es su fe en Dios y como verdaderamente da testimonio de él ante los demás.
Nuestra querida Centroamérica ha vivido momentos muy difíciles por culpa del poder político y el egoísmo humanos. La juventud es la llamada a cambiar esa estela de dolor y rencor, que hoy empaña a la querida tierra que nos vio nacer y a la que le debemos tanto.
La sombra de la impunidad nos cubre, pero para luchar contra esto, hay muchas formas. Debemos luchar contra la ignorancia, solo con la educación alcanzamos poder y soberanía. La democracia es el sistema político que debe germinar en cada estado de este istmo y de las ínsulas. Sólo con el derecho podemos reclamar tanta injusticia, pero para crear un solo estado de derecho, debemos conocerlo y exigirlo. Seguro estoy que el ingrediente más importante para estados democráticos, libres y seguros, que más necesitamos, es la fe. Con la fe, la oración sincera, con la formación y con la acción realmente podremos reconstruir un lugar mejor donde vivir. Recuerde que la fe mueve montañas. Aprenda a orar y a pedir para que el Señor cuide todo lo que tiene vida y lo que nos rodea. La fe puede cambiarle el curso a la historia y al planeta mismo. Si va a empezar a orar, hágame un favor, pida por mí, que en algún momento de mí vida estaré en mucho peligro, sólo para que la justicia sea, con gente muy humilde, victima de una gran injusticia, que sucedió en enero del año 1984 también.